A comienzos del siglo XVIII la orden de los Dominicos Predicadores se instala en la manzana donde hoy se encuentra la basílica y el convento en cuestión. La primera construcción comenzó a levantarse en 1751. Nos encontramos ante una de las basílicas porteñas que mejor conserva su estructura original, con su planta jesuítica de tres naves, de dos torres y capillas laterales en las que se destacan sus retablos labrados en madera.
En el siglo XX dicho templo fue elevado al Rango de Basílica, bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, por Pío X. La iglesia tiene tres naves, la central con bóveda de cañón corrido y cúpula sobre el crucero. En las capillas laterales todavía se conversan los retablos de los siglos XVIII y XIX.

En Junio de 1955 el altar mayor mayor fue destruido durante manifestaciones sociales, y lo reemplazó uno de diseño contemporáneo.
En el atrio se encuentra el mausoleo del General Belgrano, realizado en 1897 por el escultor Héctor Ximenes. Éste fue el lugar donde se decidió conservar los restos del prócer ya que había cursado sus estudios primarios en la escuela del convento, además de ser devoto de la Virgen del Rosario.
Esta basílica que se encuentra a pocas cuadras de la catedral y plaza de mayo realmente es muy buena oportunidad para conocer otro de los grandes edificios coloniales de la ciudad. Es casi un "paso obligado" al momento de conocer grandes construcciones coloniales.
Para ubicarte en el mapa y saber cómo llegar hace Click Aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario